Ha pasado ya un año de este incidente y aunque por momentos parece tan lejano, sus efectos siguen muy cercanos: la incertidumbre, la desconfianza y, sobre todo la fragilidad del sistema financiero continúan. Ha pasado un año y el enfrentamiento del presidente de Estados Unidos con la gran banca también. Obama pedía ayer más regulación, mientras los banqueros insitían en rechazar una limitación salarial. Así las cosas, la gran pregunta (así como los responsables de esta crisis) sigue sin resolverse: ¿se están sacando lecciones de esta crisis?. Mientras tanto, la crisis continúa. Lo preocupante es que si salimos (que lo haremos, unos más rapido que otros), llevaremos a cuestas una crisis sin lecciones y con todas las «papeletas» para volver a repetirse.
[Escrito para Finanzae]