El pasado miércoles asistí a la conferencia que ofreció el Observatorio Inverco para presentar su último estudio sobre el perfil socio cultural del inversor español. Un aspecto que me llamó la atención, y también a los del Observatorio, es el papel que está jugando Internet en la conducta del ahorrador español.
Dentro del conjunto de estadísticas y conclusiones presentadas en el informe basado en una encuesta a 1900 personas entre el 5 al 22 de octubre de 2009, y que buscaba conocer la capacidad de ahorro, la parte de los ingresos que destinan a la inversión y cuál era su conocimiento sobre los distintos productos financieros, lo que me llamó la atención fue el ranking de confianza de los ahorradores.
Así, a la pregunta qué tipo de asesoramiento busca antes de optar por un producto, el 63% respondía –algo que ya esperaba- que acude a su entidad financiera, el 14,8% a un profesional, el 12,2% a un amigo o familiar, mientras que, un llamativo 4,8% admitía acudir a la web de entidades financieras, el 3,8% a la prensa especializada y un 2% a Internet.
Diferenciando por perfiles, dentro de los ahorradores que afirman tener un conocimiento financiero bajo (el 32,4% de los encuestados) cerca del 50% no usa internet, mientras que, dentro del 53% que reconocen tener un conocimiento financiero medio un 41,5% afirmaba ser internauta 2.0. En el caso de los ahorradores con conocimiento financiero alto (14,8%) más del 50% admitía ser internauta 2.0.
Y aquí es dónde me detengo. Internet está cambiando muchas cosas y entre ellas está permitiendo el acceso a información que antes parecía ser privilegio de unos cuantos. Sí, internet también educa. De ahí que los propios representantes del Observatorio reconocieran que el crecimiento y la mayor utilización de internet están cambiando las costumbres y hábitos de los ahorradores. No hay que olvidar que, según el estudio, «a mayor conocimiento financiero, el perfil del ahorrador suele volverse más dinámico».
Ahora bien, no hay que engañarnos, una de las conclusiones del informe es que a pesar de que muchos reconocen tener un conocimiento de los productos financieros, el perfil principal del ahorrador español sigue siendo el conservador. Sí, aquellos que destinan lo poco o mucho que ahorran a depósitos y planes de pensiones.
