Ha sido todo un parto escribir este post. Le he dado mil vueltas. Inicialmente pensaba hacer un de resumen sobre el evento «Blogs La conversación» en el que participé hace unos días. Pero cuando empecé a leer mis apuntes (sí, aun mantengo algo de la vieja escuela periodística) me encontré con algunas ideas que me llevaron a replantear el post. Sobre todo las que recogí durante la exposición de Pol Santacana, responsable de comunidades virtuales de Viadeo durante el Taller: «No Network, not Job».
La razón es muy simple. Santacana mencionó dos aspectos que particularmente considero fundamentales y que solemos olvidar a menudo. El primero «es que no se puede estar por estar en una red social». Tenemos que tener un objetivo claro. Como vemos, esto no sólo se aplica a las empresas, sino también a los profesionales o cualquier internauta en general. En el caso de los profesionales ese objetivo, -decía Santacana- es la diferencia entre conseguir mejorar nuestra capacidad profesional a nivel de conocimiento y de contactos o no hacerlo. Yo añadiría que también supone un riesgo sino tenemos claros estos objetivos.
El segundo aspecto -y en realidad el definitivo para llevarme a replantear el post- fue la siguiente frase de Santacana: «el social media tiene sus ventajas, pero también su inconveniencia, por lo tanto probablemente habrá que educarnos entre todos». Sí, fue esa última idea, la de «educarnos entre todos» la que me hizo detenerme a pensar en dónde nos encontramos y a qué nos enfrentamos.
Y esto es en lo que reparé: Hace sólo unos días, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) afirmaba que, hacia finales de 2010 podría haber más de 2.000 millones de internautas en todo el mundo. Una cifra realmente inquietante y que demuestra que estamos ante una gran revolución no «sólo» tecnológica.
A día de hoy nada está dicho, nada es tan fácil como parece y no sabemos con claridad hacia dónde vamos. Los temas sobre la privacidad y seguridad en internet siguen siendo motivo de preocupación y de debate. Y son, por mencionar algunos, los riesgos que no podemos pasar por alto. Tenemos que saber actuar. Por eso es fundamental que busquemos la manera de «educarnos entre todos». Como decía un artículo que leí hace poco en The Huffington Post «tenemos la gran oportunidad de trabajar en valores cívicos, sólidos y que además sean globales».
Tenemos que tomar un rol sin olvidar que «todos» estamos aprendiendo (y nos podemos permitir ciertas equivocaciones). Somos partícipes de muchos cambios, pero nos vamos a enfrentar a muchos más y tenemos que mantenernos alertas.Todavía podemos darnos una pausa para reflexionar y pensar.
Justamente sobre los cambios hay un artículo que me llamó la atención el fin de semana (y que también consiguió inquietarme): «What Innovations Will Rock Our World in the Next 25 Years?». Ha sido escrito tomando en cuenta la opinión de destacados bloggers, expertos en tecnología, innovadores y líderes de opinión para hacer una lista sobre los posibles cambios de los que vamos a ser testigos en las próximas dos décadas o incluso antes.
En todo caso, es importante que intentemos aprovechar las cosas que sí tenemos claras como las que mencionó José de la Peña, director de Debate y Conocimiento de Fundación Telefónica durante su exposición: «ha cambiado la cultura, el lenguaje, el modo de relacionarnos con las personas. Es un mundo nuevo y hay que aprender a ser respetuosos». Daniel Canomanuel, E-commerce Manager de Telepizza también fue muy acertado cuando dijo que las redes sociales no son un juego de niños,sino algo que la gente está utilizando de manera «utilitaria». Pensemos otra vez en esto último.
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