Hace unos días se celebró el OME Madrid 2010 que tuvo entre sus principales ponentes a Carlo D’ Asaro Biondo, vicepresidente SEEMEA de Google que ofreció algunas pinceladas sobre los nuevos desafíos que enfrenta la industria de la publicidad en esta nueva era (la de la web 2.0).
Para empezar D’ Asaro fue el único que reparó en el hecho de que la nueva generación enfrenta no una, sino dos grandes revoluciones: la de internet y la del móvil (hay 4,600 millones de personas en todo el mundo utilizando móvil, mientras 1.700 millones utilizan internet).
Ambas se constituyen en las razones fundamentales detrás del cambio de hábito y de actitud de los usuarios a nivel mundial. «Los usuarios se están haciendo con el control», repetía una y otra vez a lo largo de la charla.
Y claro, esto ha llevado a la industria de la publicidad a afrontar fuertes cambios. Cambios que la obligarán -advertía- a ser cada vez más relevante y selectiva. En todo caso, estos son para D’ Asaro algunos de los aspectos a considerar:
- Hay que entender que ha cambiado la forma en la que se gestiona la marca. Ahora todo se localiza alrededor del usuario.
- La autenticidad y las transparencia es crucial. No hay manera de esconder nada en nuestro negocio.
- Toda la comunicación es personal. El marketing digital ha muerto, el Marketing de hoy se tiene que adaptar a las nuevas tendencias y utilizar el sentido común.
D’ Asaro además distingue dos diferencias que según él, podrían ser bien aprovechadas: «Mientras internet permite al usuario analizar. En el móvil el usuario lo que busca es la informacion ya.
Ahora bien, aunque no es motivo de este post algo que me llamó la atención del representante de Google es que reconociera, durante la rueda de preguntas, que «Google no está totalmente al día en temas de redes sociales y que no tiene todas las herramientas controladas«, una autocrítica y, para mi gusto, una muestra de humildad del gigante que, pese a su Google Buzz, sigue dando muestras de tener una visión amplia. Para eso sólo basta seguir de cerca las nuevas áreas de negocio por las que Google viene abriéndose camino de manera muy sigilosa.
