En realidad no sabemos si lograran ser salvadas, la verdad es que la situación de muchas Cajas españolas es ya demasiado crítica para tener esperanzas. De ahí que sólo las posibles fusiones, muchas de ellas inminentes (y claro todas negociadas en la Moncloa según me cuentan), sean la única tabla de salvación para algunas Cajas.
De esta manera, para acelerar el proceso de fusiones alentado por el gobierno, el Banco de España ha tenido que intervenir -tarde como siempre- tomando medidas para aliviar la fuerte tensión en la que se encuentran ya no sólo las Cajas sino también algunos bancos y que está evitando las fusiones.
Así, la medida, esperada, pero no creemos que suficiente, ha sido la relajación de las provisiones que destinan Cajas y Bancos para cubrir la morosidad que les va entrando. Una medida que permitirá a las entidades financieras aliviar algo su situación de liquidez, pero no necesariamente -insistó- evitará la desaparición de alguna. Está claro que después de esta crisis el sistema financiero español no será el mismo.
Es curioso, hace dos años, para ser exactos en octubre de 2007, Moody´s fue la primera agencia calificadora de riesgos en hacer sonar las alarmas sobre la situación de las Cajas. En un informe -que volvió loco a más de un funcionario del gobierno y que provocó el enfado del Banco de España- Moody´s advertía que las instituciones que combinaban una exposición alta en el sector inmobiliario con una estructura financiera modesta podrían estar en una situación delicada.
“El perfil de estas instituciones es el de las cajas de ahorro regionales o locales que han experimentado un crecimiento por encima de la media en préstamos en el sector inmobiliario en los últimos años, por lo que registran una exposición mucho mayor de su capital”, decían.
Una advertencias que como dije anteriormente provocaron un enfado absurdo en lugar de una reacción inmediata que hubiese podido evitar el dólor de cabeza que muchos de los funcionarios enfrentan a día de hoy. Y lo que queda.
[Escrito para Finanzae]
