Una de las cosas que más me gusta de finalizar un año es el balance anual. Y no hablo del balance del Gobierno ni del mensaje del Rey, sino del personal, ese que hacemos sobre lo que nos ha ocurrido a lo largo del año y los propósitos que nos planteamos para el nuevo año. Sí, esos propósitos que a veces cumplimos y otras muchas repetimos año tras año, pero ahí están y eso es lo importante. 😉
2012 ha sido un año difícil, con muchos retos, muchas pruebas, algunas muy duras. En mi caso, la más amarga fue la pérdida de mi bichito, de Toby, mi perro. Una pérdida que confirma la frase que suele utilizar mi Padre: «los seres humanos podemos con todo, menos con la muerte».
Sin embargo, y a pesar de ese momento tan difícil, 2012 no deja de ser un gran año. ¿Por qué? Porque al final uno es consciente de que todo lo que ocurre es parte de la vida, que vamos acumulando experiencias y lecciones que, aunque nos golpean, también nos hacen más fuertes y depende exclusivamente de nosotros salir adelante. Además, con los años aprendemos que lo que nos pasa siempre ocurre por una razón y que la actitud con la que asumes todo es una pieza clave para que se convierta en una «buena razón». 2012 ha sido un gran año porque nos deja muchas lecciones.
Por eso también creo que 2013 será mejor. Porque sencillamente ya partimos con más experiencia. Por ejemplo, ya sé que no debo salir a correr si recién me recupero de un esguince porque inmediatamente me haré otro. Y así con todo 😉
2013 lo he bautizado además, y esto a nivel más general, como el año de la ‘claridad’. Veremos los primeros resultados de las medidas efectuadas por el gobierno y de las que quedan, esto nos permitirá tener un panorama mucho más claro de lo que podemos esperar como país en los próximos años y eso, sólo eso, ya es un gran paso (llevamos cinco años sin tener un escenario medianamente claro de dónde nos encontramos y hacia dónde vamos).
Esa claridad en el contexto también es relevante a nivel personal. Cuando te gusta lo que haces, disfrutas de lo que haces y te entregas a lo que haces, prácticamente obtienes claridad sobre el camino personal. No es fácil, pueden existir muchas dudas y también nos equivocaremos, pero al final lo encontraremos. Hay una frase que escuché hace poco y me encanta: “Si quieres destacar en algo tienes que hacerlo desde el corazón y para ello sólo hay un camino, ser tú mismo”.
Insisto, todo en la vida son retos. Estos son nuestros grandes desafíos personales. Ahora bien, si a esos los acompaña el amor de nuestra (y a nuestra) familia y un maravilloso entorno de amigos, de esos que te empujan y estimulan, entonces podemos decir que tenemos casi, casi, la victoria asegurada.
Y por eso me atrevo a decir, y no sólo a desearos… ¡¡Feliz 2013 a todos!! Bienvenidos a los nuevos retos. Os dejo además uno de los mejores vídeos que ví este año.
PD: Soy fan de los Doodles de Google… Así que hoy me permito tomar su último doodle para despedir este 2012.
