Era previsible que lo de la octava economía mundial le durara muy poco a España. Y se hizo realidad en el momento que estalló la crisis. ¿Por qué? Porque además de la crisis mundial, España había engendrado su propia crisis y, frente a la externa y la propia, reaccionó tarde y mal.
Y ahora estamos como estamos. Con previsiones que apuntan a que tendremos que esperar a 2011 para ver crecimiento. Según el FMI la economía española caerá un 0,7% en 2010; mientras que la Comisión Europea es más benévola y espera una contracción del 0,3%.
Atrás quedan esas épocas «maravillosas» (2006/2007), cuando el propio gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordoñez afirmaba que nuestro país se convertiría en la octava economía mundial después de Estados Unidos, Japón, Alemania, China, Reino Unido, Francia e Italia.
Brasil, además de quedarse con las olimpiadas nos arrebata, bueno no hay que ser injustos se lo cedemos y con mucha complacencia, el octavo puesto dentro de las potencias económicas.
En una presentación realizada por DWS Investments, Florian Tanzer, gestor del fondo DWS Brazil, reconocía que Brasil a finales de 2009 podría llegar a convertirse en la octava economía mundial. «Se espera que Brasil ocupe un puesto de relevancia a nivel internacional como consecuencia del fuerte desarrollo experimentado a lo largo de los últimos años», comentaba.
Pero no nos pongamos tristes, que si buscamos ser los primeros, no olvidemos que somos líderes en el ranking de los países con más paro dentro de la OCDE.
[Escrito para Finanzae]