Ben Shalom Bernanke se ha ganado el derecho de permanecer en el cargo de presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) cuatro años más (por lo menos así lo creo yo). Si bien esto puede sonar halagador no resulta del todo cierto si uno es consciente que su permanencia supone guiar la política monetaria hacia el final de la crisis. Y llevar a Estados Unidos hacia el camino de la recuperación.
Ambas tareas complicadas pero que suponen un reto para el hombre que, tras llegar a la FED en febrero de 2006, tuvo que abrirse espacio en un mundo dónde Alan Greesnpan seguía siendo la figura todopoderosa. Pero Bernake lo ha ido consiguiendo, aunque parte de ese mérito y de esa popularidad se la deba «paradógicamente» a la crisis. Ahora, su siguiente paso es convencer en estos meses que quedan (hasta el 31 de enero de 2010) que su permanencia en la FED es necesaria hasta por lo menos 2014
Bernanke tiene muchas cosas a su favor y otras tantas en contra. La primera, su buena relación con el gobierno y el hecho de que, para muchos, el papel de la FED (sí, sí, el intervencionismo) haya sido fundamental para evitar una segunda Gran Depresión (por tiempo) en EEUU.
Sus puntos débiles: Una lentitud en sus acciones iniciales (no haber anticipado), la desaparición de Lehman Brothers, los pedidos «poco amigables» a Bank of America y algunos entre dichos que, aunque para algunos le han restado credibilidad, no son lo suficientemente fuertes como para llevar a cuestionar una reelección. A ver que camino sigue Obama…
[Escrito para Finanzae]