El que fuera en su momento el hijo pródigo, el único español que ha conseguido alcanzar el cargo de director gerente del Fondo Monetario Internacional (y que también decidió dejarlo) ha salido nuevamente a la palestra y esta vez para hacer algo que muy pocos saben hacer: «dejar de cuestionar tanto y proponer medidas».
Rato, que abandonó España «tocado» políticamente -según su entorno más cercano- vuelve a tomar distancia del cargado ambiente político en el que nos movemos (y que se hace más pesado no se si por la crisis o por el calor del verano) para dar un aire distinto o una visión más reflexiva sobre esta crisis.
El también ex ministro de Economía ha hecho una serie de recomendaciones y reflexiones, durante una presentación, que deberían ser escuchadas por el gobierno y por los que aspiran a serlo. Por citar algunos puntos de su corta receta:
* Un mayor control sobre el sistema financiero (imagino que por el tema de la transparencia)
* Coordinar los tipos te cambio de las principales monedas (factor importante para el comercio mundial, aunque aquí tengo mis diferencias)
* Mantener los impulsos fiscales
* Pensar en medidas correctoras del gasto (un aspecto vital y sobre el cual me referiré líneas abajo)
En todo caso, aunque son pocas y algunas probablemente cuestionables, las recomendaciones existen y llegan en un momento en el que el mercado busca escuchar algo de sensatez en medio de tanta incertidumbre.
Rato además hace una reflexión que aunque es tácita para muchos, hay quienes parecen no ver o no querer ver y es el hecho de que «la actual coyuntura económica no se corresponde con una crisis cíclica. Por lo que, la estrategia de salida será larga y cuesta arriba».
Y aquí es donde quiero llegar. Cualquier medida que se oriente únicamente a responder a situaciones coyunturales de corto plazo, puede tener efectos adversos si no vienen acompañadas de otras con una visión de largo plazo y esto tiene que ver implícitamente con el tema del gasto. No se puede gastar por gastar, menos cuando no generas ingresos suficientes porque eso pasa factura tarde o temprano (sino que lo digan los bancos, el ejemplo lo tenemos ahí). Pero otra vez, en España parece que todavía no nos enteramos.
[Escrito para Finanzae]